Rapha + Paul Smith: Viejos amigos, nuevos diseños

Inspirada en las décadas de amistad entre Paul Smith y Simon Mottram (Rapha), esta colección especial nace de un amor mutuo de toda la vida por el deporte, así como de una pasión conjunta por la creatividad y el diseño innovador. La amistad de Simon y Paul comenzó hace veinte años y ahora abarca tanto su vida personal como profesional. De inspiradores, a mentores, y ahora amigos y colaboradores, todo empezó gracias a la bici.

Siguiendo este concepto, pedimos a tres parejas de ciclistas que hicieran de modelos de la colección y compartieran sus historias de acercamiento a través del ciclismo. Las amigas Amy y Arame se conocieron montando en bici, y sigue siendo una fuente de alegría constante para ambas. Tras un comienzo de la amistad a través de Instagram, gracias al ciclismo los ahora mejores amigos y vecinos Duke y Lew no podrían estar más cerca. Por su parte, los hermanos Elliot y Noah han vuelto a estrechar sus lazos gracias a la bici.

A través de la comprensión de la experiencia compartida, surge una conexión subyacente al saber cómo se sienten los altibajos, la capacidad de agradecer todo el espectro de emociones que se sienten en el sillín. Y fuera de la bici, nos une una pasión compartida por el extraño y maravilloso mundo de las carreras de bicis. Tener este deporte en común parece una forma segura de asegurarse una amistad para toda la vida.

¿Qué lecciones le ha enseñado su amistad con Paul?
Simon: "Generosidad y constancia. Paul nunca ha tenido intereses económicos en Rapha, pero prometió ayudarme cuando le conocí en 2003 y siempre ha cumplido su palabra. Fuimos una pequeña empresa emergente durante mucho tiempo, pero Paul me presentó a los proveedores y nos dedicó mucho tiempo. Ha sido un soporte incondicional de Rapha durante los últimos veinte años e, incluso después de todo ese tiempo, sigue bullendo de ideas de cosas que podríamos hacer juntos".

¿Tienes algún momento favorito de vuestra amistad?
Simon: "Al principio de la andadura de Rapha se nos ocurrió una idea para una carrera nocturna de criterium en Londres con Condor Cycles. 5.000 aficionados acudieron a ver la carrera de bicis alrededor de Smithfield Nocturne. Invité a Paul por si consideraba la posibilidad de venir. Invité a Paul por si consideraba la posibilidad de venir. “¿Simon? Soy Paul. Bajo si me sigues necesitando. ¿Qué te parece si te entrego los premios?". Por supuesto, Paul fue objeto de una muchedumbre cuando llegó y entregó los premios. Pero era más feliz inclinado sobre las vallas, golpeándolas con el resto de la multitud".

¿Podrías describir vuestra amistad?
Simon: "En realidad sólo somos dos viejos aficionados al ciclismo. Compartimos algunos de los mismos héroes, tenemos gustos similares en cuanto al diseño ciclista y los aspectos visuales del deporte. Pero, sobre todo, a los dos nos entusiasman las carreras. Paul tiene más ciclistas profesionales en marcación rápida que yo, pero sé que sigue emocionándose tanto como yo cuando le llaman".

¿Cuál es la base de vuestra amistad?
Paul: "Nuestra amistad empezó con una conversación cuando Simon estaba empezando, y realmente ha ido evolucionando a partir de ahí. El ciclismo ha sido increíblemente importante para mí desde que era un niño y reconocí esa misma pasión en Simon. Es muy agradable tener a alguien con quien puedes, a falta de una palabra mejor, ser un friki".

¿Qué lecciones has aprendido de Simon?
Paul: "Simon tiene un conocimiento casi enciclopédico del ciclismo y de su historia, por lo que su experiencia y entusiasmo por este deporte han sido una verdadera inspiración para mí. Y es generoso con ella, que es algo que siempre he admirado: las personas que están tan entusiasmadas con las ideas que no pueden esperar a compartirlas."

¿Tienes algún recuerdo que te emocione?
Paul: "A riesgo de parecer 'todo trabajo', mis recuerdos favoritos de Simon son cuando hemos trabajado juntos. Una de las primeras veces fue en el diseño de un maillot que se basaba mucho en los diseños de antaño, cuando los maillots se hacían de lana y se bordaban... y, de nuevo, fue la experiencia de Simon lo que realmente marcó la diferencia".

Arame: "Describiría a Amy como divertida, alentadora y valiente. Me encanta andar en bici con ella porque las dos somos bastante competitivas, y como ella lleva mucho tiempo andando en bici me motiva mucho, y eso me encanta. Como cuando estábamos pedaleando en Austria y nos dirigíamos a una gran subida, y ella me apoyó durante todo el camino, esperándome y hablándome mientras avanzábamos. Es sencillo, pero que alguien se quede a tu lado y crea en ti es algo muy especial. Tener bicis en común significa que hay un entendimiento en nuestra amistad. Sabemos lo que es pedalear bajo la lluvia, sufrir con el frío y la humedad. Estoy muy agradecida por ello".

AMY "Arame siempre está sonriendo. Es muy alegre y risueña, pero puede ser seria cuando quiere. Lo mejor de una amistad basada en la bici es poder hacer juntos las cosas que te gustan. Cuando montamos en bici nos volvemos un poco locos, siempre estamos contentos de estar en la naturaleza. Me encanta pedalear con ella porque me devuelve la crudeza del ciclismo. La emoción de cuando empiezas a montar en bicicleta. El entrenamiento hace que a veces pierdas eso de vista, pero verla experimentar cosas por primera vez me recuerda por qué empecé".

Duke: "Lew y yo nos conocimos por primera vez en Instagram, luego se mudó a Londres y empezamos a montar en bici juntos, ahora somos básicamente vecinos y mejores amigos". Me ha enseñado a seguir siempre adelante, pase lo que pase. Siempre aparece, siempre sigue adelante y simplemente se lo pasa bien haciéndolo. Mi mejor recuerdo es ir a verle correr y apoyarle. Fue un día muy, muy bueno. Tenemos una gran amistad y es increíble que el ciclismo nos haya unido".

Lew: "Llevo más de seis años montando en bici, pero la razón por la que monto es por Duke. Nos seguíamos en Instagram y entonces decidí que me mudaría a Londres, me compraría una fixie y sería como Duke. El mejor día que he tenido sobre la bici fue cuando vinieron a verme correr. Me ayudaron a calentar, prepararon mi bici y compraron platos de repuesto. Durante la carrera, cada vez que me acercaba a esta curva podía oír cómo me llamaban a gritos. Fue un increíble. Fue un día maravilloso. Me han enseñado a comer más encima de la bici, y que no pasa nada por decir que no es el día, si se da el caso.