Primero estudié diseño industrial antes de entrar en la Eindhoven Design Academy, en la que la enseñanza se centraba principalmente en el diseño de producto. Después de graduarme, me tomé un año libre para estudiar también en el Fashion Institute of Technology de New York y después me mudé a Paris para trabajar como becario en Trend Union, una agencia de análisis y pronóstico de tendencias dirigida por Lidewij Edelkoort. Fue mientras estaba trabajando allí que empecé a desarrollar mis primeros tejidos, hace once años.
¿Cómo comenzaste en la tecnología de punto modificado?
Primero tuve la oportunidad de experimentar con telares industriales mientras estudiaba en Eindhoven. Me di cuenta de que, en la mayoría de configuraciones comerciales, estas máquinas están forzadas a trabajar a la máxima velocidad para maximizar la producción. Hay poco margen para la innovación y poder hacer pruebas. Más o menos al mismo tiempo, me pareció evidente que todos los productos de calidad empiezan con un muy buen material de base. Si no entiendes cómo puedes obtener, crear y desarrollar estos tejidos, puedes diseñar los objetos más bonitos y acabar igualmente con un producto por debajo de la media.
Fue por esto que quise hacer pruebas con los telares, modificar los programas, cambiar las máquinas y tener un control absoluto. Sólo cuando eres capaz de modificar los telares tienes un control total de tu tejido.