Para hacer las fotos de las últimas prendas Classic, pusimos una chincheta en el mapa y preparamos a nuestros ciclistas para un viaje por carretera. Partieron de Austin, una mezcla de Americana vaquera, cultura mexicana y mundo hipster, y recorrieron la zona rural montañosa hacia las afueras de Texas.
Entre restaurantes de gasolinera y cervezas en porches de motel, encuentros intimidantes en noches vacías y carreteras gloriosas hacia ninguna parte, nuestros ciclistas atravesaron lo mejor y lo peor del estado de la Estrella Solitaria.
Asfalto gris atravesando las planicies de polvo amarillo. Pistas de neumáticos quemados apuntaban paralelas a las líneas eléctricas. El horizonte seguía y seguía. Hasta Marfa, nuestra bandera a cuadros.
Curioso pueblo pequeño de dos mil habitantes, Marfa una vez fue parada para los petroleros y después un abrevadero para los ganaderos. Más recientemente, se ha convertido en un oasis de cultura en el desierto.
Fue aquí donde Daniel Day Lewis y Javier Bardem acecharon el paisaje en sus icónicos papeles en ‘Pozos de ambición’ y ‘No es país para viejos’. Desde entonces, han llegado nuevos habitantes. Prada ha montado una instalación de arte enmascarada como una tienda y restauradores gastronómicos han traído comidas exquisitas a los salvajes.
Después de dos días en Marfa, habiendo llenado los estómagos vacíos y aligerado las piernas pesadas, sentimos la necesidad de movernos (y teníamos un vuelo que coger). El único camino de vuelta era el mismo por el que vinimos. Hora de marchar.