Los colores del club LA de Tommy

Tommy Thornton es de Chicago, donde surgió su amor por la bici. El pasado año, se tomó un descanso de una larga carrera en el negocio de la tecnología y se mudó a Los Angeles, buscando un cambio de ritmo y un nuevo modo de vida.

08 April 2019

En lo que respecta al ciclismo, Chicago es bastante avanzado. Pero situada a los pies del Lago Michigan, también es totalmente plana. Como dice el famoso hashtag, incluso si #LAsucksforcycling (LA es lo peor para ir en bici), no le faltan cuestas.

“Subir a una montaña o por las colinas, ahí hay un desafío. Me llevó un tiempo superar mi ansiedad de ‘¿soy lo suficientemente fuerte para subir esa cuesta del 10%?’”

Y sólo hay una manera de averiguarlo – pedaleando. No tienes por qué ir de carreras, pero cada vez que te subes a ella te va a desafiar de algún modo, a poner a prueba tus piernas, tu cabeza. Muy a menudo es esta última la que se interpone a las piernas.

Sobreponerse a esos recelos, a ese miedo, fue gratificante. Si puedo subir esta cuesta, subir aquella montaña, ¿qué más puedo hacer que no sabía? No sólo en la bici, pero en la vida. Es una de las cosas que me encantan del ciclismo. Creo que es una metáfora de la vida.”

En el caso de Thornton, el primer reto ciclista al que se enfrentó fue sentado en su mesa en Chicago.

“Era un día de calor en una semana de trabajo especialmente larga. Tenía una oficina con vistas a Lake Shore Drive. Recuerdo ver pasar a un tío vestido de lycra de arriba a abajo por el camino junto al lago. Era en medio del día y pensé, ¿cómo puede él hacer eso mientras yo estoy aquí en esta oficina mirándole? Quería poder hacer eso.”

La mayoría de nosotros hemos soñado vagamente desde una mesa de oficina, pero Thornton se puso en marcha – o más exactamente, pedaleó.

“Pienso mucho en lo que me ha dado el ciclismo, mudarme de Chicago a Los Angeles, ves gente en mitad del día haciendo surf, corriendo, yendo en bici, haciendo yoga en exteriores. Son gente creativa y gente de negocios, parte del motor que mueve la ciudad, haciendo que las cosas sucedan. Pero creo que también hay una cultura de no necesariamente tomarse a uno mismo demasiado en serio.”

Te lo tomes en serio o no – y por supuesto que puedes, si es lo que quieres – disfrutar realmente de cualquier pasatiempo al final te ayudará a considerar cómo usas tu tiempo.

“Es mucho más aceptable decir que quieres tomarte un respiro en mitad del día y salir a dar una vuelta con la bici.” O como en mi caso, que quieres tomarte un respiro en tu carrera y salir con la bici, encontrar tus motivaciones,” dice Thornton.

Si el mundo es más competitivo que nunca, también es claramente más tolerante – un año sabático no inspira las mismas sospechas en posibles jefes como podría haberlo hecho antes.

“Creo que es mucho más aceptable aquí en California. Creo que ahora, en este momento de mi vida, siento que no quiero tomarme la vida tan en serio como lo hacía antes. Ha sido una parte del viaje que he disfrutado.”

Uno de los mayores beneficios del ciclismo es la comunidad. Empezando en Chicago, se convirtió en una constante en la vida de Thornton al mudarse al oeste.

“El ciclismo me ha dado mucha perspectiva de las cosas, el punto de vista de cómo vemos la vida tanto como una comunidad y como un grupo de gente que sale en bici con otra gente. Salir en grupo hace las rutas más fáciles. Ponerse delante para llevarte la peor parte del viento y volver atrás para dejar que otros cojan el relevo. Todo el grupo se beneficia de ese esfuerzo. Creo que podríamos trabajar mucho más a relevos en este mundo - en la vida.”

Hoy, Thornton sale solo, pero lleva un artículo con él para estar conectado al grupo con el que sale.

“Esta gorra del Rapha Cycling Club representa una de las comunidades a las que pertenezco. El RCC ha sido un grupo de amigos y compañeros de ruta que se han preocupado por mí cuando he necesitado ayuda en la bici, y también en mi vida. Son muchos kilómetros y sonrisas.”