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La conexión de Ivy con su hogar

Ivy Valdman vive en North London pero su hogar es California. La Estratega de Marca y Redes Sociales es madre de dos hijos y salir con la bici es una forma de conectar con el tiempo en que todo era más simple.

08 April 2019

Ser madre es un punto de inflexión. No mucha gente de la que ha pasado por ello admitirá que estaba preparada para ello - o por lo menos no que se pueda estar realmente preparado. En términos generales, sólo hay el antes y el después. La vida te cambia tanto si quieres como si no.

“Salgo en bici porque solía ser una de mis pasiones, antes de ser madre. Es algo que me retrotrae a quién era antes de ese momento,” dice Valdman. Quizás el beneficio oculto de este cambio fundamental es la optimización que se produce – no se llega a todo.

“Hace como unos seis o siete años, solíamos ir en bici hasta la zona de la bahía. Ahí es donde me enganché, empecé a ir cada fin de semana con los amigos. El ciclismo es algo a lo que todo el mundo puede engancharse en cualquier momento. Sólo depende de ti si quieres mejorar o no. Hacíamos 100km cada fin de semana. Ésa era mi válvula de escape.”

En este sentido, ir en bici realmente empieza como una diversión, quizás como una forma de compartimentar el resto de tu vida y lograr una valiosa perspectiva. Y sigue siendo así, incluso si el resto de tu vida ha cambiado - ya sea por algo tan profundo como la maternidad, o mudarse de un continente a otro.

“El ciclismo ahora me proporciona un descanso de ser madre. Cada día es la misma rutina, así que poder escapar de ella de vez en cuando y simplemente estar a solas, disfrutar de quién era antes de ser madre - eso es lo que me da el ciclismo. Un poco de mi antigua identidad. Me hace feliz.”

La ruta de Valdman es ahora más corta que la que habría hecho cuando estaba en San Francisco, pero no menos valiosa.

“Siempre lo considero como mi tiempo, mi propio espacio de meditación,” explica. “Independientemente de si los niños tienen dos años o veinte, creo que siempre lo necesitaré. Si no me cuido, no puedo cuidarles.”

“Ésta es una manera de cuidarme, les beneficia porque soy una madre más feliz, soy más agradable y más paciente. Cuando salgo por mi cuenta, a diferencia de cuando no haga nada por mi.”

Cuando Valdman sale sola, su hogar nunca está muy lejos - de hecho, está en la punta de sus dedos.

“Es mucho más fácil llegar a un bolsillo lateral que a uno en la espalda. Si necesito mi teléfono inmediatamente, está justo ahí, y es algo intuitivo. Tener los bolsillos en el culotte es mucho más práctico.”

Y no sólo es práctico porque sea más fácil acceder a ellos, también te da tranquilidad.

“Llevo mi teléfono porque necesito saber constantemente si pasa cualquier cosa con los niños. Casi nunca los dejo, así que es mi seguridad, simplemente saber que estoy a una llamada de teléfono si me necesitan. No puedo vivir sin él.”