La temporada de carreras es larga y una montaña rusa emocional. Un fin de semana puedes hacer una gran carrera y al siguiente encontrarte sufriendo por estar en el pelotón, así que terminar los Mundiales y la última carrera de la temporada es un alivio. Después, sólo quiero celebrarlo con el resto del pelotón femenino. Para la mayoría de nosotras, es la primera oportunidad en mucho tiempo en la que podemos desmelenarnos. No tenemos que preocuparnos de qué comemos o qué bebemos, o a qué hora nos vamos a la cama - realmente es todo bastante raro.
A veces me pregunto si disfruto demasiado del final de la temporada. Es el momento de recuperarse físicamente, pero también y quizás más importante para mí, de recuperarse mentalmente. El ciclismo es mi profesión, mi pasión, todo mi ser, pero el mes en el que no me pongo un casco, calibro mi potenciómetro o lleno mis bidones de agua, es mi época favorita del año. Puedo vivir un poco, disfrutar viendo a mi familia y amigos, salir en noches locas y comer una gran pizza seguida de un cuenco de helado.